miércoles, 13 de noviembre de 2013

¿Cualquiera que haga un curso de coaching puede ser coach?



Empezaré el post de la manera más sencilla, es decir, contestando a la pregunta que lo titula: Rotundamente NO.

Trataré, a continuación, de aportar las razones, o más concretamente mis razones, del porqué de esa respuesta:


  1. El trabajo de un/a coach, personal o empresarial, se hace con (e influye directamente en) personas. Este hecho, automáticamente, ya invalida a mucha gente cuya capacidad de comunicación interpersonal, valores, creencias, reacciones y/o formas de actuar no están alineadas con la total escrupulosidad en cuanto a no influir ni poner nada de ellos mismos que pueda condicionar, alterar o modificar interesadamente  a la otra persona. Esto puede llegar a trabajarse, pero haciendo un curso de coaching, sea de un fin de semana o de 800 horas, certificado o sin certificar, con o sin exámenes, NO se sale preparado para ello. Es trabajo personal posterior o anterior. Y no todo el mundo puede llegar a completarlo.
  2. Un/a coach que trabaje con personas en el ámbito empresarial debe tener experiencia en empresa. Y dependiendo con que línea del organigrama trabaje, inclusive directiva. No me imagino a ningún/a coach trabajando temas de productividad personal o de estrategia, ni siquiera de puro cambio o carrera sin poder captar todo la esencia de lo que le cuente su cliente por no estar acostumbrado a los usos, modos, lenguaje y criterios de una empresa. Haciendo un curso de coaching, sea de un fin de semana o de 800 horas, certificado o sin certificar, con o sin exámenes, NO se sale preparado para ello. Se tiene o no se tiene. Por eso, tiemblo pensando en ciertas consultoras que se dedican tradicionalmente a otros negocios y que han irrumpido en el mundo del coaching, buscando cuota de mercado, usando a recién licenciados, en la creencia que la experiencia necesaria viene a ser la misma para auditar cuentas, que hacer coaching a una persona. 
  3. Un/a coach  usa métodos de trabajo e indagación muy cercanos a los métodos usados en psicología o en la función clásica de recursos humanos, pero debe de aportar su propia capacidad deductiva para interpretar resultados. Un/a coach no saca medias aritméticas o calcula percentiles, y acude a tablas estándares para diagnosticar. Interpreta, indaga, inquiere, saca conclusiones, confronta impresiones con el cliente, provoca su reflexión, apoya, motiva, acompaña, todo sobre la marcha, según se produzcan las respuestas, según salen los datos. Todas estas competencias se pueden llegar a trabajar, pero haciendo un curso de coaching, sea de un fin de semana o de 800 horas, certificado o sin certificar, con o sin exámenes, NO se sale preparado para ello.
  4. Finalmente un/a coach debe ser un profesional que huya de aconsejar, que cualquier indicación que pueda dar la supedite al criterio de su cliente, que es quien va a ponerla en práctica o no. Debe tener la habilidad y el temple para conseguir que el cliente descubra por si mismo las respuestas evitando condicionarle con modas, tendencias, tecnología, técnicas, recomendaciones, fórmulas, trucos o mucho menos vendiéndole otras cosas, por muy efectivas que sean. Un consultor, un asesor, NO es un coach (aunque muchos, obviamente interesados en mantener lo contrario digan que es más o menos lo mismo y que ellos lo son). Debe tener el criterio necesario para saber cuando un cliente se está haciendo dependiente de su intervención o cuando el problema o dilema no puede tratarlo como coach y debe hacerlo otro tipo de profesional, renunciando incluso a llevar adelante el proceso. Debe ser altruista y solidario/a y basar su trabajo, por encima de todo, en el espíritu de servicio. Hay cosas de las citadas que pueden aprenderse y otras que se tienen o no, incluso que también pueden trabajarse con mucha dedicación, pero haciendo un curso de coaching, sea de un fin de semana o de 800 horas, certificado o sin certificar, con o sin exámenes, NO se sale preparado para ello.


Veo demasiadas webs, blogs, foros, tuits, muros y anuncios indicando que esta escuela, que esta asociación, que esta certificación es mejor que la de aquí o la de allá porque el curso es más largo, porque hay exámenes, porque la certificación es internacional, porque hay supervisiones y así unas cuantas razones, la mayoría, a mi juicio, sin solidez ni objetividad alguna. Lo que capacita de verdad a un/a coach son sus resultados con sus clientes, su experiencia previa empresarial en el caso citado anteriormente y finalmente su personalidad, sus valores, su trabajo interno consigo mismo/a y nunca, jamás un curso de coaching, sea de un fin de semana o de 800 horas, certificado o sin certificar, con o sin exámenes, internacional o local.

Cuando vayas a contratar a un/a coach para ti, para tu empresa, pregúntale por lo que antes te he indicado, habla con él/ella, fórmate un criterio en base a datos y no solo a lo bonita que es su web, a si está certificado/a o no (recordad que son certificaciones NO oficiales, estrictamente privadas), a si tiene miles de seguidores en facebook , twitter o youtube o  a cómo vende el producto. Un/a coach trata con personas y eso son palabras mayores.

No te digo nada si resulta que ni siquiera se ha formado en coaching y se ha puesto el “título” en la tarjeta….

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