lunes, 25 de abril de 2011

Nuestro clima emocional

¿Eres capaz de conectar con tus emociones?

¿Eres capaz de expresarlas?

¿Eres capaz de hacerlo adecuadamente?

¿Qué ventaja tiene conectar y expresar adecuadamente nuestras emociones?

¿Acaso, por ello, vamos a dejar de sentirnos tristes, heridos, solos, alegres, felices, enfadados o melancólicos?

Es importante que cuando nuestras emociones, cualquiera de ellas, estén a punto de estallar, nos demos cuenta que son eso, emociones, sentimientos, formas de sentir, estados de ánimo ... y los estados de ánimo cambian y nosotros somos mucho más que ellos.

No se trata de ignorarlos y/o abandonarlos. Todo lo contrario. Lo interesante es poder tenerlos y reconocerlos y así poder "controlarlos", gestionarlos. ¿Para qué? Para que no sean nuestras emociones quienes nos dominen y arrastren y nos lleven de aquí para allá.

Un método que hasta ahora nos ha dado muy buenos resultados, y que desde aquí te animamos a practicar, es escribir sobre lo que sentimos, sus efectos, y los pensamientos asociados.


Puedes comenzar describiendo tu aspecto físico, como te afectan tus diferentes emociones (alegría, tristeza, miedo, celos ...) para continuar describiendo como afectan a tu personalidad en relación contigo mismo, con tus intereses, con tu familia, con tu trabajo y con tu toma de decisiones. No te mientas. Esa es nuestra única regla. Tu puedes crear las tuyas e incluso puedes saltártelas.

Al terminar lee lo que has escrito, si es posible en alto y responde ¿han cambiado tus emociones y/o pensamientos? ¿No? ¿Qué puedes hacer? ¿Aceptar, comprender y dejar marchar?

Te proponemos un ejercicio más para que te des cuenta que emociones y pensamientos van siempre de la mano. Si ahora mismo quisieras sentirte muy, pero que muy enfadado ¿Cómo lo lograrías? ¿Pensando en algo que te "saque de tus casillas"? Y si estando tan enfadado, tan de mal humor, te pusiera una alegre canción (elige la tuya) ¿serías capaz de bailar? ¿qué pasaría con tu enfado?

¡¡¡Esperamos vuestras respuestas!!!

lunes, 11 de abril de 2011

¿Cómo puede ayudar el Coaching al emprendedor?

Hace ya unos cuantos meses tuvimos la ocasión de iniciar un proceso de Coaching con una persona que se encontraba vinculado por entonces a una Empresa. Él estaba terminando un MBA y se encontraba en un momento profesional que, aunque productivo a nivel de actividad y resultados obtenidos, no terminaba de encajar con su proyecto vital y profesional. Digamos, para entendernos, que estaba algo "atrapado" (aunque solo fuera en un cierto grado del término) en un trabajo y una actividad que no colmaba sus aspiraciones y que poco a poco se iba convirtiendo peligrosamente en lastre adosado al devenir de su día a día.

Iniciamos el proceso de Coaching con la expectativa clara por ambas partes de conseguir una mejora en su situación. No sabíamos desde luego, ni él ni nosotros, en que consistiría, pero desde luego teníamos la firme intención de trabajar para intentar averiguarlo y posteriormente alcanzarlo mediante las acciones que fueran pertinentes.

Se sucedieron las sesiones hasta que en una de ellas, de forma bastante evidente para la vista, el explotó. La frase que salió de su boca entonces fué: "¿Sabes que me gustaría a mi de verdad? ¿Que me motiva? ¿Que es lo que realmente quiero? Pues tener mi propia empresa".

Acto seguido, no había transcurrido ni un segundo desde esta declaración, bajó su vista hacia el suelo y dijo "Bueno, pero eso no es nada mas que un sueño".
Supongo que a él le sorprendió mucho oir lo que le dijimos: "¿Y que problema hay?" (lo digo porque se incorporó en la silla como un resorte). Continuamos entonces: "Obviamente tu tienes un sueño, pero necesitas un objetivo. Se dice en Coaching que un objetivo es un  sueño con patas(*). ¿Quieres ponerle patas a tu sueño?"

Ante su asentimiento continuamos: "Bien. ¿Con que cuentas para ello? ¿Qué tienes para materializarlo'".

"Bueno, mi MBA acabará pronto, luego eso cuento con ello, la financiación no es problema, de hecho he preparado un business plan detallado que..."

Hicimos algo que un buen coach no debe hacer, le interrumpímos (también cometemos errores, luego pedí perdón por ello). Pero de alguna manera estábamos esperando esa contestación.

"No te pregunto por eso. Te pregunto con que cuentas de ti. Que es lo que estás tu dispuesto a poner de ti mismo. En que grado estás comprometido con ello". Y continuamos, "¿Conoces que puntos fuertes tienes? ¿Qué tienes que mejorar y que posibilidades de mejora puedes contemplar? ¿En que repercutirá tu decisión en tu entorno más cercano? ... ¿Tienes un plan?, no me refiero a uno de marketing o de negocio, ¿Tienes un plan para ti, para saber que pasos tienes que dar y ejecutar, que posibles caminos tienes que tomar, que pasará si alguno de los mismos falla?"

"No", fué su contestación. "Hago esas cosas contínuamente en mi empresa. Hago proyecciones de venta, planes de desarrollo de negocio, analisis DAFO. Pero nunca he hecho eso para mi".

Comenzamos entonces a trabajar en ello. Hoy, esta persona tiene su propia empresa, que cuenta con un futuro muy prometedor en el mercado latinoamericano de organización de congresos y eventos de management, habiendo realizado algunos de ellos con asistencia de empresas de primer nivel como Microsoft, Carrefour o el Banco de Colombia.

ESTO es Coaching . Así de claro podemos decirlo y estamos orgullosos de ello.
Y tu, emprendedor ¿Qué sueño tienes? ¿Quieres ponerle patas?

(*): La expresión está empleada por Joseph O´Connor en su libro "Coaching con PNL"

viernes, 1 de abril de 2011

Mas sobre la voluntad ( Aportación de Mara Esteban)

LA VOLUNTAD

La palabra voluntad está un poco de capa caída, se le asocian  connotaciones negativas. Es más atractivo hablar de eficacia, efectividad, decisión...

Pero creo que la voluntad es la suma de todos esos sinónimos, porque sí, porque la palabra voluntad necesita de esos matices negativos como son el esfuerzo, el tesón, el empeño.

Cuando hablas de eficacia parece que ya has conseguido tu objetivo, pero en cambio, cuando hablas de voluntad parace que estás comenzando o que aún esas a medio camino en resumen,  la voluntad parece que los objetivos son a largo plazo, en cambio con la eficacia se ven como objetivos a corto o medio plazo.

Ese esfuerzo y tesón son los que de verdad logran alcanzar los objetivos previstos, son lo que tiran para acercarte a la meta,  al esfuerzo hay que dejarle actuar, y no cierra la puerta a que la ilusión y la esperanza actuen, simplemente tambien forman parte de la voluntad.

Ahora que parece que hay teorías que afirman que tienes que querer las cosas para atraerlas, es el momento de utilizar al 100 % la voluntad para conseguirlas realmente.

¿ Como te va  a tocar la lotería si no te acercas a comprar el décimo?

 MARA ESTEBAN ARAUJO
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